LA EXPERIENCIA ES UN GRADO

 

Des de mi primera experiencia como becaria, en un despacho de Arquitectura en París durante 3 meses y hasta ahora (aún en prácticas), le he cogido cariño a esta no-categoria laboral que nos gusta a tantos.

Porque no somos asalariados, se supone que estamos en formación aún. En París era obligatorio pagar a un stager, perdón pagar no, más bien gratificar. Cuando me dijeron eso pensé - ¡Qué bien! ¡Voy a ganar dinero! - Tres meses trabajando ocho horas diarias y alguna que otra noche, para no ganar ni quinientos euros al mes. Pero, ¿ Crees que me preocupaba el dinero ? Todo lo contrario yo era muy feliz yendo a trabajar por las mañanas en una ciudad maravillosa y haciendo malabarismos para sobrevivir, la verdad es que fue realmente divertida toda esa época. Una experiencia muy enriquecedora que me hizo pensar en ¿ Qué haría yo si estuviese en la situación de Jefe ? ¿ Contrataría a una panda de Becarios para que sean mis esclavos, felices porque porfin están trabajando de lo que quieren y así tu te ahorras pagar más salarios ? ¡Tentador eh!

En ese momento de mi vida no me importó demasiado en que situación estaba. Ahora mismo empieza a preocuparme. Trabajando en dos sitios distintos, acabando el proyecto final de carrera, soñando poder hacer tu propia vida, o como dicen algunos "volar del nido" y que todo esto no sea posible porque, seamos sinceros, de becaria no da para tanto.

Incluso sabiendo que esta situación es temporal y que realmente aprendo mucho y disfruto trabajando de lo que, en un tiempo no muy lejano, será mi profesión (aun que ahora solo vea la punta del iceberg), sigo pensando que el sistema permite que muchas empresas se aprovechen de esta situación. Estas mismas que contratan a un estudiante en prácticas durante 6 meses y luego lo cambian por otro, como si fueran cromos, sin darles ni la mínima posibilidad de empezar su carrera profesional.

Hablando desde mi experiencia personal, he tenido mucha suerte en encontrarme con gente muy capaz de hacerte sentir parte de un todo. Por que aprender es mucho más fácil si se interactúa de persona a persona. Por que las relaciones laborales no dejan de ser relaciones, y como en todas partes, hay que cuidarlas si valen la pena.