ENRIC MIRALLES Y EL CEMENTERIO DE IGUALADA

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar una obra de Enric Miralles, el Cementiri Nou d'Igualada, bueno quien dice obra, dice más bien, obra son terminar.


Para los que no conozcáis a Enric Miralles os puedo hacer un breve resumen o directamente el Link de wikipedia que habla sobre él. Básicamente es un arquitecto nacido y hecho en Barcelona que estudió también un tiempo en Nueva York y que acabo siendo profesor en su escuela natal de arquitectura.
Su vida  profesional está muy ligada a su vida amorosa, un punto a debatir. Tuvo dos mujeres arquitectas (tengo que decir que esto no es anda raro, este mundillo es bastante endogámico), la primera de ellas es Carme Pinós , con la que hizo varios proyectos, y la segunda es Benedetta Tagliabue con la que fundo un despacho: EMBT.

Hay un par de razones por las cuales hay muchas parejas donde los dos son arquitectos, hago un parentesis narrativo  para hablar de este tema: 
La primera razón es por que no tenemos tiempo. La mayoría de relaciones ya sean amistosas o amorosas más profundas y de más larga durada suelen aparecer en la transición entre adolescente y adolescente-adulto, es decir entre los 17 y los 27. Osea des de que entras en la universidad hasta tu primer trabajo de verdad, más o menos. Luego va y la vida adulta te arrasa... bueno eso creo yo, igual llego a los 27 y sigo haciendo ver que soy adulta cuando en realidad no.

Seguimos, la segunda razón, y aquí va la más importante, es el egocentrismo. Los arquitectos somos como dioses ¿No? Tenemos un ego muy grande (eso dicen), bien entonces, ¿Quién nos va a entender más que otro arquitecto? ¡BUM! ¿A que no lo habías pensado nunca?

En fin a lo que ibamos, Enric Miralles tenia mucho flow (murió en el 2000) gano premios, entre ellos uno gracias a la obra de la que os quería hablar hoy: 

El Cementiri Nou d'Igualda, que le dio un premio FAD, es un concurso que ganaron (Miralles-Pinós) para el Ayuntamiento d'Igualada en 1983. 



En el recinto tenemos un paseo donde se sitúan los nichos, una capilla y una morgue semienterrados y un crematorio. Todo el proyecto se concibió como un corte en la tierra  y en la ladera de esta pared es donde está el paseo. Parte de la edificación está sin terminar, pero lo que transmite es que es un sitio genial, repleto de llenos y vacíos, de luz y oscuridad, de contrastes. Un poco espeluznante y bonito a la vez. 





Cuando te cuentan que el suelo del parque simboliza un río 
de muertos y lo ves de de las alturas, lo entiendes. La idea de devolver los cuerpos a la tierra, a la natura. Que no fuera solo un cementerio, sino un lugar de conexión.

El nombre original era Zementerio ya que había tres ejes en forma de Z, de los cuales solo hay construido la parte superior de la Z, se hizo en fases y no se ha terminado nunca.

Para sentir realmente lo que da este sitio hay que visitarlo. De momento os dejo con una cuantas fotos para que os hagáis una idea.








Enric Miralles esta enterrado en es te cementerio, con el marco de hierro forjado que se diseñó y que recuerda a esa Z presente en todo el proyecto.






Como los recintos están semienterrados, la necesidad de que les llegue luz se consigue a través de lucernarios de hormigón.

Justo donde se sitúan los lucernarios se encuentra el Crematorio, construido a posteriori, por Carme Pinós. Escogió las tierras que cubren la capilla para que sirvieran de base para el crematorio. Sin tocar lo que ya estaba allí, manteniendo la atmósfera original del lugar.









Polvo eres y en polvo te convertirás. 


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